Nuestra América - Vuelvo al Sur

Precisamos estar libertos de todos os laços, amarras, nós, conceitos e preconceitos para pensarmos em Nuestra América... En el Sur. Precisamos lembrar não dos heróis que a História insiste em nos mostrar, em nos ensinar, mas dos homens de verdade que nasceram nesse solo e que lutaram em defesa de nossa honra contra aqueles que sempre nos viram diminuídos... daqueles que insistem, ainda, em nos diminuir.
Para sentirmos Nuestra América, faz-se necessário abrirmos a janela de nossos corações e mostrarmos ao vizinho do lado que ele também é irmão, amigo, parceiro de sangue e, também, de alegria, laços e tradições que somente dizem respeito aos filhos desse chão chamado por nós todos de América... nuestra América Latina, en el Sur.
Revisando alguns textos do escritor e filósofo espanhol Miguel de Unamuno, encontramos o magnífico ensaio Don Quijote y Bolívar (1931). Essa re-leitura, esse retorno, essa sensação de déjà vu acompanha-nos nesse processo de viver el Sur, nuestro Sur, levando-nos a pensar nas palavras do espanhol, que nesse momento, relembra o uruguaio José Enrique Rodo:

Yo no sé si las relaciones culturales entre las diversas naciones americanas de lengua española son tan íntimas y tan activas como debieran serlo; yo no sé si en Méjico, Perú, Venezuela, etc., se sigue con interés el movimiento literário, científico y artístico de Chile, Argentina, Uruguay, etc., y viceversa; yo no sé si la conciencia de la América llamada LATINA es todo lo viva que debería ser. Una de las más acendradas y más legítimas glorias del pensamiento hispanoamericano contemporâneo, José Enrique Rodó, el noble profesor montevideano, al final del hermoso discurso que leyó en la fiesta de la traslación de los restos de Juan Carlos Gómez desde Chile a Montevideo, su pátria, decía que si es alta la idea de la pátria “en los pueblos de la América Latina, en esta viva armonía de las naciones vinculadas por todos los lazos de la tradición, de la raza, de las instituciones del idioma, como nunca las prensentó juntas y abarcando tan vasto espacio la historia del mundo, bien podemos decir que hay algo tan alto como la idea de la pátria, y es la idea de la América; la idea de la América como una grande e imperecedera unidad, como una excelsa y máxima pátria, con sus héroes, sus educadores, sus tribunos; desde el golfo de Méjico hasta los sempiternos hielos del sur.” Y añadía: “Ni Sarmiento, ni Bilbao, ni Martí, ni Bello, ni Montalvo, son los escritores de una u otra parte de América, sino los ciudadanos de la intelectualidad americana.” (UNAMUNO, 2007, p. 249)

Assim, “vuelvo al Sur”, vejo o Sul, miro este Sul abaixo da linha do Equador com carinho imenso e fé. Fé que podemos ser, como assim desejou Martí, Bolívar, Unamuno, Rodó, Sílvio Júlio, entre tantos, ÚNICOS!
Temos visto que Nuestro Pueblo, longe das cadeiras do “poder”, busca, na maioria das vezes, apenas um sorriso que transmita, antes de tudo, segurança. Segurança esta que pode ser percebida num singular abraço despretensioso.
Amigos, precisamos “volver al Sur como se vuelve siempre al amor.” Amigos, precisamos abrir as janelas de nossas antigas casas, e as novas também, e rompermos as barreiras oficiais, quebrar os icebergs, muitas vezes impostos apenas pela distância, que é logo ali!
Amigos, precisamos criar, manter e ampliar, especialmente a partir do espaço acadêmico, as REDES INTELECTUALES EN AMÉRICA LATINA, que necessitam ser, sempre, constituidas e mantidas em um espaço temático comum, onde o iberoamericano, o latinoamericano, o hispánico se entrecruzam, se disputam, mas, principalmente, se encontram e dialogam.
Llevemos el Sur como un destino del corazon... e pensemos nuestro Sur como um desenho versátil de comunicade acadêmica, científica ou intelectual, como uma expressão cultural em busca da utopia, como afirma o filósofo chileno Eduardo Devés.
Sim, amigos, sueño el sur, quiero al sur, Te quiero Sur, con su buena gente, con su dignidad, con tu intimidad siempre!

Saudação a todos!

Saludos a todos!

DialogosenMercosur

Música de Astor Piazzolla
Letra de Fernando "Pino" Solanas

Interpretação: Roberto Goyeneche